Acá simplemente lo que encuentro bueno. La intención: dar a conocer.

miércoles, 12 de marzo de 2008

BURLA CHAVISTA

Por Adolfo Ferreiro

Dos funcionarios de la propaganda chavista andan por Asunción, repartiendo las viejas buenas nuevas de las dictaduras militaristas, conservadoras y autocráticas de siempre. La misión de estos lacayos es convencernos ¡a los paraguayos! de las bondades de un régimen asentado sobre el poder absoluto de un tiranuelo que padece, como todos los de su régimen, de una pavorosa disentería mental, que en su grado de incontinencia mayúscula excretó, como proyecto histórico, lo que llaman “socialismo del siglo XXI”.

¡A los paraguayos nos vienen a contar la belleza de lo que hasta hace poco nomás padecíamos y cuyo eventual retorno nos causa escozores recónditos! Hay que ser caraduras o de una idiotez que no sería extraña proviniendo de un intelecto perverso, el de Chávez, al que se le ocurrió que Jesucristo fue el primer socialista y Judas el primer capitalista. Semejante aserto desnuda la bestialidad del nuevo cacique del Caribe, en realidad un sultán multimillonario que reina en el país más corrupto de la región, merced gigantescos ingresos provenientes del petróleo. El sultán bolivariano es tan típico que al promover su “socialismo del siglo XXI” no hace sino repetir grotescamente, sin la gracia o la razón que pudieron tener en su momento, a otros autócratas que inspiraron las elites y las masas en muchas partes del mundo.

Chavez es Fidel lampiño, Stalin con diente de oro, Mussolini que nunca escuchó operas, Hitler sin Alemania, Stroessner sin sobriedad, Bolivar en motoneta, Marx analfabeto.

Su anti yankismo y sus pullas insolentes contra estados y estadistas de Europa son tratados por las cancillerías de primer mundo con la paciencia, la tolerancia y el desprecio que se otorga a los gobernantes exóticos del atraso y por se dejan pasar. Total, son insignificantes en lo que refiere a los grandes temas del mundo. No así sus bravuconadas al Brasil, una potencia emergente de verdad, que ante sus insultos al Congreso supo devolverle tres o cuatro sopapos que lo dejaron hablando más pavadas, maltrecho y humillado.

Chávez y su descabellado proyecto no tienen más consistencia ni trascendencia continental o mundial que la que tuvo “la segunda reconstrucción”. Solamente que Stroessner era más vivo y la acuñó como receta local para justificar su autocrática, también con elecciones, constitución reformada, nacionalismo a ultranza y vitaliciado, tal como lo quieren ahora Chávez y sus secuaces, incluidos el par de charlatanes que, vergüenza propia, son recibidos como grandes señores en nuestro Congreso, en lugar de sacarlos a patadas por la puerta que da a la guarida chacariteña de la Policía Municipal de Tránsito, para que sean esquilmados y devueltos en bolas a su trabalengüico patrón.

Que se vayan a vender su dictadura a otra parte, que nosotros todavía no terminamos de deshacernos de la nuestra.

Extraìdo de LA RUEDA


Asunción, 30 de Septiembre de 2007

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