Acá simplemente lo que encuentro bueno. La intención: dar a conocer.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Mazacote

Lo extraje del Blog del diario paraguayo ABC. Me gusto mucho así que lo comparto.



La anécdota me la contó mi amigo Carlos que cada mañana baja hasta una plaza a comprar los yuyos para el tereré. Doña Francisca, entrada en años y carnes, se encarga de moler las hierbas en un sucio mortero y meterlas en una bolsita. Después, enciende un oloroso cigarro y se sienta a esperar a su cliente con la mercancía lista y algún comentario oportuno para demostrar que ella, a más de trabajadora, es una mujer informada.

Unos días atrás le sorprendió con una palabreja que se aprendió a fuerza de repetirla. La escuchó en el noticiero y le pareció conveniente adoptarla. Quería impresionar a su interlocutor.

Mi amigo, respetuoso de la liturgia de Francisca, pagó por los yuyos y se quedó atento esperando alguna novedad. Ella cambió de un extremo al otro de la boca su cigarro, acomodó mejor las generosas posaderas en su minúsculo banquito y le espetó:

-¡Mazacote!

-¿Perdón?

- Es la policía esa que se casó con su novio después de todo lo que hizo el tipo. Es una mazacote.

Se refería, obviamente, a la mujer policía que por alguna extraña dependencia emocional se casó con el camarada que semanas antes le había desfigurado el rostro. El hombre le abandonó apenas consiguió que firmara un documento reconociendo que ya había sido “resarcida” convenientemente por la golpiza.

- Encima se quiso matar la pobre, todo porque el fulano le dejó. Es nomás mazacote la chica.

Mi amigo le miró divertido. No pretendía explicarle la diferencia entre mazacote y masoquismo. El comentario, sin embargo, le despertó cierta curiosidad.

-¿Desde cuándo trabajas acá Francisca?

-Desde siempre. No sé hacer otra cosa. No me fui a la escuela porque no había en mi valle. Vine con mi mamá que era madre soltera. Ella se murió hace dos años en Caacupé. Le quisieron sacar su celular, no se dejó y le clavaron. Le llevamos a un puesto de salud, pero no había médico; y la ambulancia para traerle hasta Asunción no tenía nafta.

Me quedé sola con mi hijo (también es madre soltera). El terminó su escuela, pero no consigue trabajo. Se quiere ir a España.

Contaba su historia como si fuera de otra persona, mientras se limpiaba las manos en la remera que tenía estampados un rostro y una consigna política.

- ¿Estás afiliada al partido, Francisca?

-Claro.

-¿Y vas a votar otra vez por el partido?

- Claro.

-¿Por qué Francisca?

- Y por primera vez en toda su vida, Francisca se tomó la molestia de pensarlo. Volvió a cambiar de lugar su cigarro, aspiró una bocanada, largó despacito el humo y en algún lugar de su cerebro se dibujó la respuesta.

-Porque yo también soy mazacote, don Carlos.


Luis Bareiro el 27/08/2007
Foto y Articulo Extraído de ABC BLOGS

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