Acá simplemente lo que encuentro bueno. La intención: dar a conocer.

viernes, 18 de mayo de 2007

EL MUNDO SEGÚN CASCIARI

EL MUNDO SEGÚN CASCIARI

Por Hernan Casciari

Leí una vez que la Argentina no es mejor ni peor que España, sólo más
joven. Me gustó esa teoría y entonces inventé un truco para descubrir la
edad de los países basándome en el "sistema perro". Desde chicos nos
explicaron que para saber si un perro era joven o viejo había que
multiplicar su edad biológica por 7. En el caso de los países hay que
dividir su edad histórica entre 14 para saber su correspondencia humana.

¿Confuso? En este artículo pongo algunos ejemplos reveladores. Argentina
nació en 1816, por lo tanto ya tiene 190 años. Si lo dividimos entre 14,
Argentina tiene "humanamente" alrededor de 13 años y medio, o sea, está
en la edad del pavo. Es rebelde, pajera, no tiene memoria, contesta sin
pensar y está llena de acné (será por eso que le dicen el granero del
mundo?)

Casi todos los países de América Latina tienen la misma edad y, como pasa
siempre en esos casos, forman pandillas. La pandilla del Mercosur son
cuatro adolescentes que tienen un conjunto de rock. Ensayan en un garaje,
hacen mucho ruido y jamás han sacado un disco. En realidad, como la
mayoría de las chicos de su edad, quieren tener sexo, en este caso con
Brasil, que es el grande.

México también es adolescente, pero con ascendente indígena. Por eso se
ríe poco y no fuma ni un inofensivo porro, como el resto de sus amiguitos,
sino que mastica peyote, y se junta con Estados Unidos, un
retrasado mental de 17, que se dedica a atacar a los chicos hambrientos de
6 añitos en otros continentes.

En el otro extremo está la China milenaria. Si dividimos sus 1.200 años
por 14 obtenemos una señora de 85, conservadora, con olor a pipí de gato,
que se la pasa comiendo arroz porque no tiene -por ahora- para comprarse
una dentadura postiza. La China tiene un nieto de 8 años, Taiwán, que le
hace la vida imposible. Está divorciada desde hace rato de Japón, un viejo
cascarrabias, que se juntó con Filipinas, una jovencita pendeja, que
siempre está dispuesta a cualquier aberración a cambio de dinero.

Después están los países que acaban de cumplir la mayoría de edad y salen
a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo, Australia y Canadá, típicos
países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y mamá Francia, con una
educación estricta y concheta, y que ahora se hacen los locos. Australia
es una pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y tiene sexo con
Sudáfrica; mientras que Canadá es un chico gay emancipado, que en
cualquier momento adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas
familias alternativas que están de moda.

Francia es una separada de 36 años, más puta que las gallinas, pero muy
respetada en el ámbito profesional. Tiene un hijo de apenas 6 años:
Mónaco, que va camino de ser puto o bailarín... o ambas cosas. Es amante
esporádica de Alemania, camionero rico que está casado con Austria, que
sabe que es cornuda, pero no le importa.

Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y al
Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los Flanders.
Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron
Suiza), pero ahora no quiere saber nada con los hombres. A Italia le
gustaría ser una mujer como Bélgica: abogada, independiente, que usa
pantalón y habla de política de tú a tú con los hombres (Bélgica también
fantasea a veces con saber preparar spaghettis).

España es la mujer más linda de Europa (posiblemente Francia le haga
sombra, pero pierde espontaneidad por usar tanto perfume). Anda mucho en
tetas y va casi siempre borracha. Generalmente se deja follar por
Inglaterra y después hace la denuncia. España tiene hijos por todas partes
(casi todos de 13 años), que viven lejos. Los quiere mucho, pero le
molesta que, cuando tienen hambre, pasen una temporada en su casa y le
abran la nevera.

Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Sale en barco por la
noche, se culea pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva en
alguna parte del mundo. Pero no se desentiende de ella. En general las
islas viven con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia e
Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se
pasan la vida borrachos y ni siquiera saben jugar al fútbol. Son la
vergüenza de la familia.

Suecia y Noruega son dos lesbianas de casi 40 años, que están buenas de
cuerpo, a pesar de la edad, pero no le dan bola a nadie. Cogen y trabajan,
pues son licenciadas en algo. A veces hacen trío con Holanda (cuando
necesitan porro); otras, le histeriquean a Finlandia, que es
un tipo medio andrógino de 30 años, que vive solo en un ático sin amueblar
y se la pasa hablando por el móvil con Corea.

Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana esquizoide. Son mellizas,
pero la del norte tomó líquido amniótico cuando salió del útero y quedó
estúpida. Se pasó la infancia usando pistolas y ahora, que vive sola, es
capaz de cualquier cosa. Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila
mucho, no por miedo, sino porque le quiere quitar sus pistolas.

Israel es un intelectual de 62 años que tuvo una vida de mierda. Hace unos
años, Alemania, el camionero, no le vio y se lo llevó por delante. Desde
ese día Israel se puso como loco. Ahora, en vez de leer libros, se lo pasa
en la terraza tirándole piedras a Palestina, que es una chica pobre que
está lavando la ropa en la casa de al lado.

Irán e Irak eran dos primos de 16 que robaban motos y vendían los
repuestos, hasta que un día le robaron un repuesto a la motoneta de
Estados Unidos y se les acabó el negocio. Ahora se están comiendo los
mocos.

El mundo estaba bien así, hasta que un día Rusia se juntó (sin casarse)
con la Perestroika y tuvieron como docena y media de hijos. Todos raros,
algunos mongólicos, otros esquizofrénicos. Hace una semana, y gracias a un
despelote con tiros y muertos, los habitantes serios del mundo descubrimos
que hay un país que se llama Kabardino-Balkaria. Un país con bandera,
presidente, himno, flora, fauna...y hasta gente! A mí me da un poco de
miedo que aparezcan países de corta edad, así, de repente. Que nos
enteremos de costado y que, incluso, tengamos que poner cara de que ya
sabíamos, para no quedar como ignorantes.

Y yo me pregunto: ¿Por qué siguen naciendo países, si los que hay todavía
no funcionan?
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Hernán Casciari nació en Mercedes (Buenos Aires), el 16 de marzo de
1971. Escritor y periodista argentino.

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